Iluminación

Una mala iluminación puede parar el crecimiento de la planta o incluso acabar con ella más rápido que casi cualquier otro tipo de deficiencia. Por lo tanto este es un factor clave en hidroponía y si cabe, incluso más importante que la preparación de la solución nutritiva. De nada sirve que la planta disponga de todos los nutrientes necesarios para su desarrollo si no le llega la luz necesaria para realizar la fotosíntesis y transformarlos en su propio alimento. A menos que tengamos el cultivo en el exterior o en un lugar donde reciba una buena cantidad de luz solar, tendremos que instalar algún tipo de luz artificial.

Tabla plantas

Factores tales como el tamaño del invernadero, el tipo de cultivo y estado de desarrollo de la planta van a determinar el tipo de iluminación y la potencia que se debe utilizar. Por lo tanto y visto estos puntos críticos, la siguiente información nos será de gran ayuda a la hora de decidir qué bombilla instalar:

Tipo de luz

El espectro de la radiación solar se divide en varias regiones que son más o menos energéticas en función de parámetros como la longitud de onda (medida en metros o en nanómetros, nm) o la frecuencia (hercios). Sin embargo, de toda la energía radiante del sol, la planta solo aprovecha la luz visible (comprendida entre 380 y 740 nm). Dentro de esta región, la clorofila es especialmente sensible a las longitudes de onda correspondientes al azul y al rojo. Así, la luz fría o de espectro azul (430–450 nm) estimula el desarrollo de hojas, raíces y tallos, mientras que la luz de espectro rojo (640–680 nm) favorece la floración y fructificación. El rojo lejano (700–800 nm) también tiene efecto sobre la planta provocando la elongación de los tallos que se estiran en busca de luz más energética. Esta información nos permite jugar con la iluminación dentro del invernadero según el estado de desarrollo de la planta y conseguir un rendimiento de la hidroponía realmente alto.

espectro radiación solar

Duración o fotoperiodo

El fotoperiodo hace referencia al tiempo en el que las plantas reciben luz, y determina cambios en varias de sus funciones biológicas tales como el desarrollo o la producción de flores. Las plantas se clasifican en base a su respuesta al fotoperiodo:

  • Las plantas de días cortos son aquellas que requieren un periodo de oscuridad largo para desarrollarse y producir flores, generalmente menos de 12 horas de luz al día. Son aquellas que florecen en primavera (maíz, algodón, crisantemos, dalias, fresas, coliflor, etc.).
  • Las plantas de días largos requieren hasta 18 horas de luz para desarrollarse y florecer e incluyen las plantas que florecen típicamente en verano (trigo, patatas, espinaca, lechuga, etc.).
  • Las plantas neutrales al día no responden al fotoperiodo y florecen por otros mecanismos (girasol, arroz, berenjenas, etc.).

Intensidad de la luz

La intensidad o nivel de iluminación se mide en lumens o luxes (un lux equivale a un lumen en 1 m2). Cada especie de cultivo tiene una intensidad de luz óptima que maximiza la fotosíntesis y el crecimiento de la plantas. Por tanto, para ser profesionales convendría tomar las diferentes lecturas con un luxómetro en diferentes partes del invernadero para saber con qué intensidad le llega la luz a la planta y si hay que corregirla.

lumenes tabla

Tamaño del invernadero

La potencia de las bombillas también estará determinado por el tamaño de nuestro invernadero o la habitación donde tengamos instalado el cultivo (tanto en extensión como en altura). Es lógico que 20 W en LED no tienen el mismo efecto si está a 1 m sobre las plantas que si está a 10 m. A continuación se muestra una guía aproximada de la potencia requerida para lámparas de descarga y de bajo consumo en función del tamaño del invernadero.

tabla lamparas

En base a todo lo aprendido aquí, ya estamos preparados para elegir el tipo de bombilla más acorde a nuestro cultivo. Así que manos a la obra 🙂

Fuente consultada

Hydroenvironment